Iglesia
San Isidro
San Isidro
En 1926, el padre Lucas Zarandona visita la casa y la capilla de la Hacienda de San Isidro, así como los campos de algodonales que comenzaban a urbanizarse, y concluye que es una buena zona para construir y establecer un convento de la orden de la cual es miembro: los Misioneros Pasionistas de la Selva. Los dueños de los terrenos, los señores Moreyra Paz Soldán, reciben con entusiasmo la propuesta y facilitan al padre Zarandona alojamiento provisional en su casa hacienda para los sacerdotes de la orden. Al mismo tiempo, le donan el terreno en el que pueda edificarse tanto la casa comunal como el templo en el cual los vecinos de San Isidro tengan un lugar de culto en el distrito.